Aquí no hay poses forzadas ni reglas estrictas. Aquí eres tú, con todas
tus luces y sombras, con esa forma tan tuya de existir. La fotografía no
es solo capturar instantes, es detener lo que a veces se nos escapa: la
manera en que te miras cuando nadie te ve, la curva de tu sonrisa cuando
te sientes en casa, el reflejo de lo que eres cuando por fin dejas de
pensar en cómo deberías ser.
Trabajo con mujeres que buscan verse sin filtros ni juicios, con parejas que
quieren recordar lo que fueron antes de ser futuro, con madres que llevan vida
en el vientre y también en la piel. Retrato el amor, la sensualidad, la esencia
de quienes se entregan a mi cámara como si me confiaran un secreto.
Cada imagen es un pacto entre lo que sientes y lo que el mundo ve. Y yo solo
estoy aquí para asegurarte que lo que ves es real.